Por Virginia Serrano, 1º ESO
Mi abuelo se llama Daniel Serrano Várez. Tiene 77 años y cuatro hijos. Él y su mujer, mi abuela, vivían
en Monte Alegre, un pequeño pueblo de Albacete. En su pueblo él y sus amigos se bañaban en las acequias, porque no había playas, y nunca iban de vacaciones a ningún sitio.
Es muy aficionado a la arqueología y ha escrito varios libros. Me contó que su padre Pepe Serrano, paseando con su abuelo, Daniel Serrano encontró las pinturas rupestres de la Cueva de la Vieja, en Alpera, que son muy importantes, puesto que son el primer yacimiento de pinturas rupestres descubierto en Albacete. Era un día nublado cuando mi bisabuelo y mi tatarabuelo paseaban por el monte. De repente empezó a llover con abundancia, como no sabían qué hacer, se metieron en el primer resguardo que encontraron. Se dieron cuenta de que había pinturas en la pared; pero mi tatarabuelo no tenía dinero suficiente y llamó a su hermano, que contrató a unos arqueólogos para estudiarlas, llevándose todo el mérito.
en Monte Alegre, un pequeño pueblo de Albacete. En su pueblo él y sus amigos se bañaban en las acequias, porque no había playas, y nunca iban de vacaciones a ningún sitio.
Es muy aficionado a la arqueología y ha escrito varios libros. Me contó que su padre Pepe Serrano, paseando con su abuelo, Daniel Serrano encontró las pinturas rupestres de la Cueva de la Vieja, en Alpera, que son muy importantes, puesto que son el primer yacimiento de pinturas rupestres descubierto en Albacete. Era un día nublado cuando mi bisabuelo y mi tatarabuelo paseaban por el monte. De repente empezó a llover con abundancia, como no sabían qué hacer, se metieron en el primer resguardo que encontraron. Se dieron cuenta de que había pinturas en la pared; pero mi tatarabuelo no tenía dinero suficiente y llamó a su hermano, que contrató a unos arqueólogos para estudiarlas, llevándose todo el mérito.
Familia de Daniel Serrano en 1924
Otro acontecimiento importante me ha contado cuando el hombre llegó a la luna. Salía en las noticias y él estuvo muy pendiente porque un amigo suyo fue al lanzamiento del cohete. Le había tocado el viaje en un sorteo que hizo el periódico “Pueblo” del que era suscriptor. El amigo volvió muy contento porque lo pasó muy bien, se asombró mucho de los avances tecnológicos. Como la mayoría no tenían tele en casa, se iban a verlo al teleclub. El lanzamiento fue en Cabo Cañaveral, en Estados Unidos, en 1969.
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