Por
primera vez en la Historia
contamos con una generación de jóvenes que sabe más de algo que sus padres. Los
nativos digitales son, en su mayoría, autodidactas y manejan las TIC con una
gran soltura. Son los padres los que preguntan a sus hijos cómo pueden
desenvolverse en Internet. El riesgo de estos jóvenes es que desconocen la
verdadera repercusión que pueden suponer ciertas conductas en las redes
sociales, porque en materia de seguridad suspenden.
Así
lo confirman, al menos, los datos extraídos de los dos últimos estudios
elaborados por la
Delegación del Gobierno para la Violencia de Género en
2012 y 2013: «El ciberacoso como forma de ejercer la violencia de género en la
juventud: un riesgo en la sociedad de la información y del conocimiento» y «La Evolución de la
adolescencia española sobre la igualdad y la prevención de la violencia de
género», presentados por la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad,
Ana Mato. Entre las principales conclusiones de estos informes —en los que han
participado más de 8.000 adolescentes de 13 a 19 años— resulta llamativo que la
percepción del riesgo de las nuevas tecnologías es «en general, escasa». La mitad
de los chicos y la cuarta parte de las chicas no perciben como «muy o bastante
peligroso» quedar con alguien a quien han conocido por Internet y, de hecho, el
20,6% de ellas y el 25,6% de ellos lo han hecho alguna vez. Es más, a juicio
del 28,1% de los adolescentes tampoco hay riesgo en responder a un mensaje
insultante y para la cuarta parte de las chicas y un tercio de los chicos no
hay «ni mucho ni bastante peligro» en contestar a un desconocido que ofrece
cosas. Los datos también dejan patente que el 4,9% de ellas y el 16,1% de ellos
no ve riesgo en publicar una foto suya de carácter sexual, conducta que han
realizado en dos o más ocasiones el 1,1% de las chicas y el 2,2% de los chicos.
Sexual o no, el 24,6% de las chicas y el 29,2% de los chicos han colgado fotos
que sus padres no autorizarían.
Sobre
este asunto, el informe revela que el intercambio de contenidos personales como
vídeos o fotos privadas como una «prueba de confianza» en la relación de pareja
entre adolescentes es una «puerta abierta» para que se acabe produciendo
ciberacoso mediante chantaje. El 1,3% de las chicas y el 2,5% de los chicos
reconoce haber publicado una foto de carácter sexual de su pareja.
María
José Díaz, autora del estudio sobre la violencia de género en la adolescencia y
catedrática de Psicología de la Universidad Complutense
de Madrid, asegura que el
73,3%
de los adolescentes españoles ha recibido alguna vez de un adulto el mensaje de
que «los celos son una expresión de amor». A su parecer, «se trata de una cuestión
con la que hay que tener muchísimo cuidado porque los celos no son una
expresión de amor. Es más —puntualiza— el control voraz es un antecedente de la
violencia de género y no podemos bajar la guardia».
Este
estudio concreta, además, que el 28,8% de los jóvenes ha sido objeto de control
abusivo por parte de su pareja y un 25,1% se ha visto controlado mediante el teléfono
móvil.
Todos
estos datos revelan para la ministra Ana Mato la necesidad de actuar porque «la
juventud y la adolescencia tienen una importancia vital en el desarrollo de la
persona. Es el momento en el que se establecen relaciones humanas y se dibuja
el proyecto de vida. Por ello, es fundamental tomar medidas». Con el propósito
de acabar con este tipo de violencia,
Mato
anunció una batería de medidas dirigidas a combatir los nuevos delitos
relacionados con las nuevas tecnologías, y también en el ámbito educativo. A
las medidas penales, como la tipificación del acoso como delito, con agravante
en caso de que el autor sea cónyuge
o ex
cónyuge, se suman las medidas de formación, como el fomento de la igualdad
efectiva en todas las etapas educativas.
El
Ministerio también apoyará el Plan de Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar,
que se reforzará en 2014 con la inclusión de otras formas de violencia contra
la mujer.
Asimismo,
se proporcionarán «herramientas a profesores y padres para complementar su
labor educativa», como la Red
de Buenas Prácticas 2.0 para luchar contra el ciberacoso, o el Proyecto
Plurales. La ministra también recordó que, haciendo uso del potencial que
ofrecen las TIC y las redes sociales, se ha lanzado la aplicación para
smartphones «Libres», que detecta los signos de la violencia de género y ofrece
herramientas para salir de ellas.
Las
cifras de la inconsciencia — el 24,6% de las chicas y el 29,2% de los chicos
han colgado una foto suya que su padre o madre no autorizarían.
—El
8,6% de las chicas y el 15,6% de chicos reconocen que han contestado a personas
desconocidas que les ofrecían cosas.
—El
4,9% de las chicas y el 16,1% de los chicos no ve riesgo en publicar una foto
suya de carácter sexual, conducta que reconocen haber realizado en dos o más ocasiones.
—El
44,5% de los chicos y el 37,1% de las chicas han aceptado dos o más veces como
amigo o amiga en la red a una persona desconocida.
—El
38,3% de los chicos y el 30,2% de las chicas han respondido en dos o más
ocasiones a un mensaje en el que le insultan u ofenden.